Cuenta la leyenda, que LEUCOIÑA fue la sirena que guió al guerrero griego Teucro por el Océano Atlántico hasta llegar a nuestras rías, y aquí creó una colonia llamada Hellenes. Este asentamiento fue el que posteriormente se convirtió en pontem veteram, actual PONTEVEDRA

LEUCOIÑA ahora le da nombre a nuestro restaurante ubicado en un antiguo almacén de salazón del siglo XIX, donde se salaban las sardinas y arenques. Además, era utilizado como espacio donde reparaban, y daban robustez y color, a los antiguos aparejos de algodón utilizados para la pesca.

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Alvariñas era usado como sinónimo de generosidad. Siempre que alguien pasaba por momentos duros, sabía que todo lo que tenían que hacer era decir tu apellido y sabían que tu familia les ayudaría en todo lo que necesitasen. Ser generoso, de hecho, también se decía «ser un Alvariñas.»